Si vemos
nuestro árbol genealógico, hay ciertos parecidos con nuestros antepasados
familiares, como el lóbulo de las orejas o el color de los ojos. Claro está,
que ningún individuo va a ser exactamente igual a un antepasado. Por muchos
factores la apariencia de una persona puede variar, factores externos e
internos, allí entra lo que mostraremos a continuación.
1. Caracteres hereditarios:
Son aquellos que se transmiten de generación en generación, pero no es
necesario que aparezcan en todas las generaciones.
Ejemplo: en color de ojos, el color de cabello, la altura, etc.
2. Caracteres adquiridos:
No se transmiten a los descendientes porque son producto de las
condiciones de vida del individuo, un accidente o una enfermedad.
Ejemplo: una cicatriz.
3. ¿Qué se hereda de los progenitores?
De la fusión de un gameto femenino y uno masculino, surge un cigoto con
caracteres de ambos progenitores.
En el cigoto no están los caracteres hereditarios sino la información
necesaria para que estos se expresen en un nuevo individuo. Esta información se
denomina hereditaria o genética.
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